QUEENSRYCHE
– 2013
Tnemos
el treceavo trabajo de esta banda que se encuentra ahora estancada musicalmente
hablando y empeorando y todo gracias a que Geoff Tate, cantante icónico no sólo
de ellos sino del metal en general, abandonó el grupo hace algunos años tras
problemas internos derivados por diferencias musicales y personales
irreconciliables. En este nuevo trabajo escuchamos a una nueva voz a cargo de
Todd La Torre quien es una copia burda de Tate pues el timbre y su estilo es
prácticamente idéntico al de su predecesor. Aquí, al menos intenta esta banda
de recuperar un poco su estilo antiguo reflejando su sonido en el sonido
clásico de sus días ochenteros anteriores al clásico “Operation: mindcrime”
(1988). Lo único que puedo decirles es que el disco suena bastante mediocre
salvo uno o dos temas ya que el encanto de escuchar aunque sea cantando temas
horrendos a Tate permitía que se les apreciara aunque sea por eso por su
cantante. Lo lamentable es que a muchos que extrañamos a Tate no nos agradó
este clon vocal de Tate que no tiene ni siquiera un estilo propio que lo defina
como un nuevo cantante y es que lo digo gracias a que hay pasajes en el
material en que si uno no conoce se puede ir con la finta y decir que se trata
del mismo Tate quien está cantando. Por otro lado, la música suena Queensryche,
los riffs de guitarra son aceptables, los temas flojos la mayor parte, no hay
fuerza creativa y se les agradece que el álbum tenga canciones cortas y que no
canse tanto al oyente de escucharlo aunque sea por curiosidad. La producción es
mediocre, la grabación aceptable, la portada pues no es la gran cosa y pata
aquellos a quienes no les come la curiosidad de escuchar que tan bueno es el
nuevo cantante es que no se pierden de nada. El disco contiene 11 canciones de
las cuales destacan: “Where dreams go to die”, “Spore”, “Redemption” y “Don’t
look back”. El disco salió a la venta el 25 de junio del 2015 bajo el sello de
Century Media records.
Calificación:
6 de 10 puntos.
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